La experiencia de años anteriores ha sido fundamental, otro año más, para diseñar una planificación que conllevó limpiar la ciudad en pocas horas para que los ciudadanos que comenzaron a llegar a la plaza del Obradoiro y Platerías sobre las 08:00 de la mañana se encontrasen la ciudad lo más limpia posible.
El dispositivo de limpieza comenzó por la zona centro del casco histórico compostelano y se fue extendiendo por el resto de zonas de la ciudad vieja. A las brigadas dispuestas por la “almendra” del casco histórico se le unieron otras por el Ensanche, la Alameda y el Campus Sur con el objetivo de devolver a la ciudad su imagen de limpieza.